¿Quién es José Carlos Rubio Valverde?
Artista nacido en Córdoba. Hijo y nieto de maestros de la gubia
José Carlos Rubio Valverde nace en Córdoba un día trece de Septiembre, en el seno de una familia vinculada al noble arte de la talla e imaginería cofrade. Hijo de Antonio Rubio y Dolores Valverde, es hoy uno de los artistas más representativos del arte de la talla en nuestro país. Artista que lleva por bandera su ciudad, sus raíces y su familia.
Remontémonos a su infancia, se cría en la calle Cristo en el número 25, allí empieza a dar sus primeros pasos. Terminada esta enseñanza obligatoria y movido por sus inquietudes relacionadas con el mundo de la talla y la imaginería, y sabiamente aconsejado entra en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos “Mateo Inurria” de Córdoba.
Durante este último año de estudios en la Escuela de Artes, coincide con su ingreso en la Escuela taller de la Excelentísima Diputación de Córdoba.
En el año 1991 se gradúa de Artes Aplicadas en la Especialidad de Talla.
Pero para entender realmente la vida de este autor, no se puede concebir sin los antecedentes, las fuentes donde este autor bebe y se inspira para poder llegar a ser el artista frente al que hoy nos encontramos.
Y que mejor refrán que el “de tal palo … tal astilla”, José Carlos Rubio es hijo y nieto de artistas, a los que tiene mucho que agradecer a día de hoy, Hijo como hemos citado anteriormente de Antonio Rubio y nieto de Rafael Valverde, simplemente por este hecho parece injusto no pensar que José Carlos no naciera con este germen que hoy es su vida, pero como bien citaba Pablo Ruiz Picasso “Todos los niños nacen artistas el problema es cómo seguir siendo artistas al nacer”. José tiene que aprender, pasar muchas horas cerca de sus antecesores para nutrirse de las enseñanzas de su padre y abuelo.
José Carlos desde su infancia está relacionado con este mundo, desde su juventud pasa muchas horas junto a su padre, mientras este trabaja en el taller que había sido de su abuelo, Rafael Valverde, citado en la Calle Abejar 37, lo que comienza siendo un juego de niños, alrededor de todo lo que atesora un taller, es hoy una forma de vida.
Comienza sus andanzas en el taller a la edad de 12 años de la mano de su padre, estando sus primeras obras relacionadas con bustos, cabezas, estudios anatómicos…
Esto hace que José Carlos y su padre mantengan una relación aun más estrecha que la de padre-hijo, como nos comenta el artista, son muchas horas de convivencia, trabajando codo con codo en el banco, escuchando sus enseñanzas… Pero enseñar a su propio hijo como cita José Carlos se hace complicado, el nivel de exigencia que se le pide es aun mayor y más aun si pensamos en la edad que tiene, son solo 12 años con las cosas que conlleva esta edad y las inquietudes de esa época de la vida, pero su padre consigue centrarlo en su trabajo.
“Cuando era niño me apretaba demasiado, era muy rígido. Hoy se lo agradezco con todo mi ser y quisiera que estuviera aquí para poder seguir agradeciéndoselo” comenta José Carlos Rubio mientras habla de su padre.
Desde su juventud José Carlos es aconsejado por su padre en relación a los conocimientos ornamentales como arquitectónicos que un artista debe conocer para el desarrollo de las obras. Premisa que en la actualidad lleva por bandera en su taller, en el cual se realizan en la actualidad desde la talla y ornamentación, hasta relieves, policromías… Aunque como bien nos cita también cuenta con muy buenos colaboradores.
Un aspecto importante en los conocimientos actuales de José Carlos son las influencias de su Padre, ya que Antonio era tallista, pintor, escultor, restaurador, dorador. A día de hoy José Carlos posee conocimientos en todos estos ámbitos y los desarrolla.
Recuerda con gran ilusión el que fuera su primer trabajo en la calle, que fue el llamador del paso de la Reina de los Mártires.
Su primera obra de forma profesional nos comenta que fue la realización de un escudo Heráldico, el cual le cede su padre para su realización que representa el apellido Villa para un pueblo de Ciudad Real, Villanueva de los Infantes, este trabajo le da una lección a José Carlos por el emblema que contiene este escudo. “Una muerte digna, dignifica toda una vida”, nos comenta que sin ser el muy luctuoso le marca bastante esta frase a lo largo de su vida. Desde este momento comienza su andadura que ha marcado su vida y sigue siendo su día a día, sus proyectos están repartidos por todas nuestras fronteras, encontrándose algunas fuera de estás… Un sin fin de lugares que pueden presumir de poseer alguna de las obras de este gran artista cordobés.
“Todos los niños nacen artistas, el problema es como seguir siendo artistas al nacer”